sábado, 31 de julio de 2010

...Capitulo 3...


De vuelta a la acción

El sol se acentuó en lo alto y las campanas del colegio detuvieron los lápices de los salones para dar comienzo al almuerzo.

-Bien sección Q quiero terminado los últimos puntos de la ejercitación de la unidad B para cuando vuelva. Pueden retirarse. –menciono con voz firme el profesor Tatsumi mientras se retiraba seriamente del salón.

-¡Por Dios no tiene piedad! –Se quejaba Kinta estirando todo su cuerpo sobre el pupitre- Es demasiado. Y con esa actitud arrogante y mirada de tipo malo me dan ganas de darle unos cuantos golpes…lo odio…
-Un cerebro tan limitado como el tuyo no me sorprende que quiera resolverlo todo a los golpes –decía Kazuma sin despejar sus ojos a la pantalla de su laptop.
-¡Hey! NO tengo cerebro limitado…es solo que no administro toda mi inteligencia en cálculos invisibles…
-Já y ¿eso lo dices porque estas todavía con el primer problema?
-…no molestes.

Mientras los chicos seguían con su conversación y Megumi terminaba sus últimos cálculos al igual que Ryu, no se percataron que Kiu se dirigía así la nueva alumna.

-¡Bienvenida! –dijo frente a ella, estirando su mano para saludarla. Estaba ocupada sacando algo de su mochila cuando se percata de la presencia del joven y sus intenciones. Lo ve por un segundo y se levanta de su asiento. Los demás chicos se percataron de lo que estaba pasando. Luego toma su mano y dice:
-¡Gracias! ¿Cómo te llamas? –pregunto desplayando de sus labios una dulce sonrisa que logro un cierto nerviosismo en el joven cosa que Megumi pudo percibir y celo.
-He… ¡Kiu!
-¡Y su mejor amigo Kintaro Toyama! Para servirle… -menciono exaltado Kinta que con gran rapidez paso de su asiento al hombro de su amigo asiendo alarde de su presencia.
-¡Que tal Kinta! –Dicho esto las mejillas de Toyama se enrojecieron y quedo flechado ante el rostro y la simpatía de la joven.
-¡Hola! Me llamo Kazuma. Disculpa a nuestro compañero suele ser muy molesto.
-Un gusto Kazuma…
-¿Qué tal? Mi nombre es Ryu, bienvenida… -Ángel se detuvo ante sus enigmáticos ojos, saludando y escondiendo disimuladamente su inquietud ante el apuesto joven que la recibía. Sin embargo, Megumi continuaba sentada en su pupitre fingiendo que terminaba sus cálculos, evitando así la tediosa situación de ir a presentarse a alguien que de primera vista no le cayó bien.

-¡Kiu!
-Jaja, disculpen a mi estomago pero creo que me esta avisando que es hora de ir a comer. Ven con nosotros Ángel así te mostramos el colegio.
-Me encantaría.

Todos los chicos dejaban el aula excepto por Megumi que miraba -sutilmente con sus ojos ocultos por su pelo- las actitudes de varones atontados por el encuentro de la nueva compañera que creía ella que se deleitaba ante tanta atención. Y fue en lo cierto su pensamiento porque ninguno se acordó de invitarla. Brotaba alrededor de la muchacha un pequeño malestar y recelo que tenía así sus amigos. ¿Y por que no tenerlo? Se decía fastidiada remarcando el número cuatro en el papel con tal fuerza que el lápiz se quebraría si seguía así ¿Desde cuando alguna vez recibió la atención que aquella extraña recibía? Creo que nunca, pensaba.

-Megu ¿vienes? –salto la voz de Kiu mostrando su cabeza desde el marco de la puerta. Exaltada la joven miro a su compañero con una sonrisa fingida respondiendo afirmativamente mientras dejaba de lado su asiento, suspirando a regañadientes. ¿A buena hora se acuerdan de mi? Pensaba.
-¿Pasa algo?
-Nada –respondió fríamente cuando salía del salón.

Ya ubicados a la sombra de un Abeto los jóvenes pupilos del profesor Dan almorzaban. El clima era el ideal ya que aun el invierno no se presentaba. Ellos preferían disfrutar de un encuentro tranquilo al bullicio permanente del comedor de alumnos.

-¿Y porqué decidiste entrar al instituto? –pregunto Kinta motivado por la belleza de la joven.
-Un desafió. Siempre me gusto leer novelas policiales. Creo que fue de allí lo que me impulso.
-Y con uno de los mejores promedios, no esta mal… ¡que envidia! –menciono Kiu.
-Pero… ¿es raro que no hayas entrado a la sección A? allí ubican a los mas destacados del colegio –dijo Megumi.
-Pues me dieron a elegir…entre la clase destacada o los novatos. Y yo conozco a algunos chicos de esa sección y la verdad que no me agrada mucho su forma de trabajo. En realidad estuve una semana de prueba con ellos para adaptarme pero un día la profesora Shinno me los señalo a ustedes durante una clase. Así que decidí cambiarme y ser parte de su equipo.
-¿Novatos? Já hemos resulto infinidad de casos peligrosos…es más hemos estado al borde de la muerte ¿No es cierto Kiu? ¿Ryu? –alardeaba Kinta.
-Así es…pero hay que aceptar que la sección A ha obtenido mayor prestigio en casos de alta categoría. Al decir verdad hemos trabajado en casos secundarios–comento Kazuma.
-Seguirán viéndonos como la sombra de la sección A –decepcionado Kinta.
-No lo creo…pude conversar con el profesor Dan sobre mi cambio y él realmente no los ves así. Para él ustedes son una piedra preciosa que aún debe de pulirse. Confía mucho en su capacidad. Sobre todo en el éxito de su trabajo en equipo… Yo quiero ser parte de ello.
-¡Por supuesto! –Kinta
-Será un placer –menciono Ryu.
-¡Cuenta con ello! –menciono Kiu con sonrisa complaciente. Ante esta acción Megumi miro atenta a las reacciones de sus amigos por el sublime comentario. No sabía catalogar a la joven que alardeaba ante provocativa figura y palabras gentiles. El recelo era eminente en sus ojos. No estaba acostumbrada a que ocuparan su lugar. Sin embargo en el fondo de sus sentimientos permanecía la duda entre el cariño de dos sujetos. No poseía las ideas claras de quien merodeaba realmente su corazón y con ello la amenaza de que su amor fuera robado por nuevas manos.

Los rayos de sol caían sobre las meguillas de la cautivamente joven e iluminaban bellamente su rostro. Ante este paisaje Kinta se hechizaba más de amor.
-Podrías ser un poco más discreto –susurro Megumi.
-¿Kinta que te pasa? –pregunto enrarecido Kiu.
-¿No es obvio? ¿En que mundo vives Kiu? Esta embobado por Ángel.
-¿Es verdad Kinta? –pregunto inocentemente Kiu quien no recibió respuesta ya que él permanecía estático y con mirada perdida, mientras tanto Ángel y Kazuma intercambiaban pequeños comentarios. El más callado de todo el grupo era como siempre Ryu, permanecido su figura impecable y sin vacilación. Llegado un momento una leve hoja cae en su hombro. La toma con su mano dispersando su almuerzo y luego sus ojos son aturdidos al magnetismo de una mirada que lo divisaba desde la otra punta. Permaneció una leve atención que incomodo a Ángel ante tan serio joven. Una leve sonrisa se dibujo en su rostro mientras desviaba su vista hacia otra dirección.

Las campanas se hicieron escuchar y la clase debía comenzar otra vez. Para fortuna de los muchachos la profesora Shinno se hace presente dando un comunicado sobre un crimen reciente. Era el momento de un nuevo caso.


-Pasaremos a entrar a la casa -comunico el oficial.
Situados en el lugar del crimen, al entrar a la habitación de una galante casa de los suburbios, se aspiraba un nauseabundo hedor a cadáver. En su centro, se encontraba en el suelo el cuerpo degollado de una pobre victima. La sangre había empapado suavemente la delicada alfombra donde yacía el difunto. El lugar de los hechos transcurrió, en lo que se podía apreciar, una pequeña sala de estar con dos gigantescas bibliotecas que impedía la vista de las paredes, una puerta de vidrio que proporcionaba una clara vista hacia el jardín además de un hermoso tragaluz que obsequiaba una exquisita claridad. Su decorado era modesto. En la esquina de la sala se divisaba un escritorio de roble repleto de libros que estaban señalizados. Tres sillones alrededor de una mesita de vidrio rayada y una que otra pintura de autor completaban su decorado.

Megumi se horrorizo al ver tal escena, no siendo para menos, ya que posee la habilidad de tener memoria fotográfica algunas escenas violentas interrumpían sus noches. Los jóvenes comenzaron a trabajar, Ryu empezó a examinar el lugar con total normalidad; su rostro no emitía signos de compasión ante el penoso suceso. Esa misma actitud tomo Ángel, quien se dirigía a ver el cadáver con más detenimiento.

-Los policías científicos se lo llevaran en unos minuto para hacerle la autopsia. Intenten rastrear todas las pruebas que puedan. Despues se encargaran de los interrogatorios –menciono la profesora Shinno, quien acompaño a la sección Q.
-¡Sí profesora!

La nueva jovencita se agacho hacia el cuerpo de la victima viendo con detenimiento la escena. Aquel hombre que yacía tirado boca abajo, en la suave alfombra de terciopelo de un color verde agua sin dibujo alguno, mostraba signos de violencia en su cuerpo. Al parecer el asesino había clavado un cuchillo en el cuello de la victima, retirándolo y cayendo bruscamente en el suelo sin signos de vida. Pero antes de ello, la victima tuvo una especie de enfrentamiento con el homicida he intentó protegerse. Su ropa rasgada en ciertas partes de su cuerpo y algunas cortadas de su rostro eran una evidencia de ello.

De repente, Ángel acerca su mano hacia el cuerpo inmóvil cuidándose de que ninguno de sus compañeros la viera. En solo un pestañeo de luz logra ver en su cabeza algunas secuencias borrosas del asesinato. Sin decir nada poseía la habilidad de ver recuerdos cuando ella lo dispusiera. Talento que perfecciono en soledad.

-Por favor, me permite –dijo el policía. La muchacha se sobre salto y le otorgo el espacio para que pudieran llevarse el cuerpo. Mientras tanto los demás jóvenes estaban revisando la habitación con suma cautela cuando desprevenidamente una extraña mujer se arroja sobre el cuerpo que se intentaban llevar.

-¡NO! ¡NO! -la dama lloraba desconsoladamente sobre la victima. La profesora Shinno la aleja del cuerpo y la lleva hacia otra habitación evitando interrumpir la investigación.
-Que tristeza… -Kinta.
-Pobre mujer –dijo Megumi quien se sentía turbada ante el penoso suceso.
-...no por ello nos volveremos sentimentales en cada caso. Vamos chicos a trabajar –Kiu se quedaba de pie mirando como sacaban el cuerpo sin vida de la habitación.

Paso media hora en que los muchachos examinaron con total atención la habitación. Se juntaron nuevamente para discutir las posibles evidencias.
-¿Encontraron algo? –Kiu
-Nada de huella digitales -Kinta
-Yo tampoco no he encontrado nada fuera de lo normal -Megumi.
-Kazuma ¿que has podido investigar de nuestra victima? –se acerco Ryu.
-Me introduje en la computadora personal. Encontré un recibo de un pasaje de avión para la señora Tamamoko que había comprado una semana atrás, por un viaje de negocios que debió tomar. Según esto su avión llegaba esta mañana a las 10:30. Investigando un poco hallé que el señor y la señora Tamamoko eran dueños de una cadena de hoteles de tres estrellas en distintas partes del país sin mencionar también de ser dueños de dos famosos restaurantes del centro de la ciudad. Y de ser un importante inversor de una nueva presa en construcción. En el campo familiar nunca tuvo hijos, pero fundo una asociación de ayuda a niños huérfanos y discapacitados. Es amante de la lectura y de la colección de estampillas antiguas. Y hacia poco que le habían diagnosticado cáncer de páncreas. Al parecer, al enterarse del estado de su salud había caído en una grave depresión que empezó a abusar de las drogas según señala algunos mensajes de su médico de cabecera.
-Bien, interroguemos a los sospechosos -Ryu.


-Díganos Sra. Tamamoko, cual fue su rutina a partir del 8 de julio de la semana pasada –pregunto Kiu. La dama estaba sentada como hierro frente a ellos. Sus ojos transmitían una profunda tristeza.
-No podríamos hacer esto en otro momento…me siento devastada…
-No, no podemos. Es crucial para la investigación hacer este interrogatorio lo antes posible, a menos que tenga un problema con ello -Ryu.
-Claro…el 8 de julio estuve en una conferencia que se daba en la ciudad de Tamahico –secaba sus lágrimas con el puño de su campera- sobre hoteles. Sabía que mi marido no podría acompañarme por su depresión. Había dejado de salir de la casa. Antes de partir le deje en su cómoda el teléfono del hotel donde me alojaría por si necesitaba algo o solo hablar. Estuve asistiendo a las conferencias, luego llegaba al hotel y recibía llamadas de él. Básicamente todos los días me llamaba. Pero esa noche que me llamo se lo escuchaba agitado y algo nervioso. Pensé que seria uno de sus tantos ataques de pánico que me quede hablando...creo que hasta las 3 de la mañana. Después de eso me dormí. Y luego cuando llego del aeropuerto- intenta hacer un esfuerzo por hablar- una vecina llama de mi celular diciendo que…habían encontrado…muerto a mi esposo –deja caer un llanto desconsolado frente a los estudiantes.
-¿Le pregunto por que se sentía tan agitado ese día?
-Bueno- intenta componerse- solía decirme que se sentía como si alguien más estuviera habitando la casa. Que nunca estaba solo. No le creí, por lo general, cuando empezó a enloquecer decía que veía cosas que en realidad no estaban allí, como objetos o personas. Me preocupe por ello e intente llevarlo a un psicólogo pero no hubo caso, el insistía que se sentía bien.
-¿Posee algún testigo que confirme su coartada? -Ryu
-¡Pero que se están insinuando!
-¡Solo conteste la pregunta!-Ryu
-Estuve hablando con él hasta muy tarde. Hice una conferencia que se transmitió por televisión donde di mi discurso de cierre y estaba en constante compañia con mis colegas. Si eso no es lo suficiente tengo los horarios de entrada y salida de mi cuarto de hotel.
-¿Cuáles eran las rutinas de su esposo?-Kazuma.
Inspira nuevamente para calmar su angustia –su única rutina era levantarse en la mañana, y ordenar su colección de estampillas, luego leer en la biblioteca donde pasaba la mayor parte del tiempo y muy pocas veces se acercaba al jardín a alimentar a dos canarios que había comprado hace poco…-comienza a llorar- mi vida…
-¿Se había quedado alguien más en la casa luego de su partida? -Megumi
Seca nuevamente sus lágrimas- si así es, el ama de llaves Kumihiko. Esa chiquilla muchas veces la sorprendí hurgando en mis cajones. Ella es la única aparte de mí que posee un juego de llaves de la casa. Es más revisando mi habitación mi anillo de oro, un preciado tesoro de la familia de mi esposo ya no esta. No me sorprendería que fuera ella. Siempre me dio mala espina… ¡Que desgracia! -rompe en llanto.
-Puede retirarse -Kiu.
-Bien ¿ahora quien sigue? –Kinta
-La Señorita Sakura, la vecina. Fue ella quien llamo a la policía –Ángel.

-Puede comentarnos lo que hizo uds. el 8 de julio en adelante señorita Sakura -Kiu.
-Ese día me encontraba al norte de la ciudad de Tamahiko dado que había viajado por vacaciones tres dias antes.
-¿Alguien puede confirmar su coartada?-Kinta.
-Pues, mis vecinos los Tomoheda.
-¿Cuál fue su rutina ese día? -Megumi.
-Me levante temprano, como a las 7 de la mañana, tome mi mochila y emprendí viaje hacia el monte Tamahiko.
-¿Algo que nos pueda confirmar de su coartada?
-Si, en realidad siempre se debe dejar anotada la salida de cada montañista antes de emprender camino. Así que pueden confirmar con el guía.
-¿Cuánto tiempo le tomo terminar la escalada?-Ryu
-Bueno, me tomo un día y medio. Después retome viaje directo a la ciudad. Al llegar a la casa escucho un grito de la casa de mi vecina, corro hacia allá y me encuentro a la empleada con un comportamiento muy extraño y al acercarme a la sala encuentro para mi infortunio el cuerpo del señor Tamamoko…Llamamos a la policía. Y bueno, luego llamo a mi vecina para contarle del infortunio mientras no despegaba la mirada de la joven…sinceramente la note demasiado perturbada cuando se encontró conmigo. Hasta le costaba hablar por momentos.
-¿Fue acompañada en esa caminata? -Ryu


-Sí. Con un viejo amigo. Hiro.
-¿Y donde paso la noche?-Ángel
-Acampamos. Pues durá un día y medio el trayecto.
-¿que clase de relación tenia usted con el Sr. Tamamoko?-Kiu
-Solo vecinos. En realidad no nos llevabamos muy bien en lo personal. No le caia bien. Pero la Sra Tamamoko a parte de ser mi vecina se ha convertido en una amiga desde hace un tiempo.
-¿Y de la empleada, Sakura?
-Púes...en lo personal siempre me dio mala espina. Pocas palabras hemos cruzado. Y mas aún siendo una extrangera que se le dificulta mucho el idioma.
-¿Sabe de que nacionalidad es? -Megumi
-Creo que es de indonesia.
-Bien, puede retirarse –Kiu.

Los jóvenes pupilos del profesor Dan habían vuelto a la acción. Entre sus manos se encontraba un crimen del cual pocas pistas se divisaban, el interrogatorio de dos mujeres y una empleada acusada de ser la presunta sospechosa principal, las borrosas visiones de Ángel y el dolor latente de un amor destruido.
...Continuara...



jueves, 15 de julio de 2010

...Capitulo 2...


Nueva Competencia

El rostro de Megumi se discernía apacible en la ventana del salón frente a un miércoles que se le presentaría poco normal. Entre suspiros esperaba la llegada de sus compañeros cuando se aparece Kazuma con su habitual laptop entre sus manos.

-¡Qué cara tienes! ¿Ocurre algo?
-Hola Kazuma…nada. Es que hace semanas que no hemos tenido ni un caso para resolver y la verdad que estoy un poco aburrida. Además estoy saturada de estudios. Entre el instituto y el colegio voy retrasada.
-Deberías dejar entonces uno de los dos.
-¡Bromeas! Solo me falta un año para terminar con el colegio. No puedo dejarlo. Tendré que arreglármelas de alguna manera.
-Pues tengo algo nuevo que decirte- dijo Kazuma acercándose al pupitre de su compañera con tono misterioso.
-¿Qué?
-Escuche rumores de que tal vez tengamos un nuevo compañero.
-¿En serio?...y ¿ya sabes quien es?
-No, pero seguramente nos entraremos hoy –dijo el pequeño joven que siguió hacia su asiento. Concentrado en sus tareas no presto atención al rostro enigmático que reflejaba la chica por sus pensamientos. Inmersa en sus reflexiones se decía así misma:
> ¿Con que un nuevo compañero, he?...mmm y ¿como será? Espero que divertido y amable como Kiu aunque un poco más expresivo que Ryu, y no tan molesto como Kinta, tampoco engreído como Kazuma…sea alguien amistoso. Y porque no lindo. Aun así no creo que halle persona que pueda parecerse en entusiasmo como Kiu. Ese niño no recibe un “no” por respuesta cuando se trata de meterse en problemas pero aún así es lindo y muy dulce en su forma de ser; aunque también ryu tiene lo suyo. Esos ojos azules. Esa mirada…<
-¡HOLA MEGU!
-¡HAA! ¿¡Kinta!?...¡me mataste del susto!
-Que carácter. Solo quería despertarte de ese mundo de sueños en el que estabas. Que acaso te interrumpí en algún pensamiento en particular porque estas bastante colorada…
-¡No seas tonto queres! Es de mala educación asustar a la gente. Y más aun si le gritan en el oído. -OK, tranquila Megu no le voy a decir a nadie que estabas pensando en Kiu. Déjalo así.
-¿¿Qué tontería estas diciendo??
-Pueden por favor callarse los dos- dijo Kazuma mientras no despegaba sus ojos del monitor. Ambos chicos seguían discutiendo. En un primer momento la joven se acerca a Kinta y le estira lo más que puede sus mejillas para que dejara de habla, pero él continuaba con sus comentarios que le eran vergonzosos. Después de unos minutos se escucha un leve sonido que provenía de la puerta corrediza. Eran Kiu y Ryu que recién llegaban.
-¿Qué te paso en la cara? –pregunto extrañado Kiu.
-¡Nada cosas de Megu!
-¡Ni una palabra! –dijo, mientras volvía a su asiento tomando un cuaderno entre sus manos y mirando indiferente hacia el vidrio.
-¿Qué le pasa? -Déjala Kiu cosas de mujeres. No le gustan mucho las bromas.
-Bueno días –saludo cortésmente Ryu pasando a su lado. La joven miro un instante a su compañero y quedo inexpresiva por la conquista de sus ojos.
-¿Qué raro todavía no viene el profesor Dan? –pregunto Kazuma.
-Si, y eso que llegamos un poco tarde. Nos quedamos dormidos porque olvide recargar las baterías del despertador.
-De irresponsable no cambias más Kiu, ¡he!
Entre breves comentarios se hace presente al salón Shinno con el profesor Tatsumi. Rápidamente los alumnos se ponen de pie firmes frente a ellos. La profesora le dio un inesperado comunicado sobre la salud del profesor Dan que habría sufrido una grave descompensación por lo que hoy no podía presentarse a dar su única clase. La preocupación se deslumbro en los rostros de todos. Seguidamente brindo sus felicitaciones a Kiu y Ryu por el gran trabajo que habían hecho ayer en auxilio de un pequeño caso policial, del cual se mostraron humildes.
-Y por último, después de los primero módulos se va a presentar un nuevo estudiante que espero que lo reciban con hospitalidad. Continuara con ustedes hasta el resto del año. Eso es todo. Por favor profesor Tatsumi puede seguir con la clase. Hasta luego alumnos.
La intriga tomo un interés general con el nuevo alumno que se encontrarían. Los módulos pasaron desapercibidos entre tantos trabajos que eran reclamados por el docente. Las benditas campanas tocaron al final del periodo para dar comienzo a un receso ansiado mientras que el viento del exterior se hacia presente meciendo con suavidad ramas semidesnudas y hojas envejecidas. -
¡Que suerte! Un compañero nuevo…ya era hora de un cambio –decía Kinta mientras veía sobriamente a sus compañeros.
-Yo opino lo mismo…no es muy agradable seguir aguantándote –bromeo Kazuma entre un coro débil de risas.
-Nosotros nos enteramos ayer por Yukihira. Pero más de eso no sabemos –kiu.
-No nos haz contado como han resuelto el caso –Megumi.
-Cierto, ¿que tan complejo fue? –Kinta.
-Pues…
Terminado el modulo las campanas tocaron pero la puntualidad del Prof. Tatsumi se hizo esperar. La puerta corrediza del salón se abrió y dejo entrar su fornida figura acompañada de otro individuo desconocido. Ambos se colocaron enfrente de la clase y con un breve discurso de presentación la única voz que se escuchaba era de aquel sujeto caracterizado por su desagradable marca en el rostro.
-Clase Q les presento a su nueva compañera la señorita Ángel. Proviene del sur del país y ha ingresado con uno de los promedios más altos. Sean amables con ella ya que nos va a acompañar en todo este último año –luego dirigió su discurso a la reciente llegada –Usted se sentara detrás de Amakuza. La metodología de trabajo rige para todos igual así que espero que este al nivel de los temas que empezamos a ver desde el comienzo. Solo se la esperara una semana. Puede tomar asiento y continuaremos la clase. Y ustedes alumnos guarden silencio. Están alertados del castigo.
La muchacha logro apoderarse en esos pocos segundos de una firme atención, en particular de sus compañeros varones cosa que sorprendió y molesto un poco a Megumi. Fijo su vista a Kinta quien no dejaba de posar sus ojos en ella, luego a su amigo Kazuma, quien estaba detrás, se encontraba con una vista perdida y siguiendo con Kiu, a su lado, que volteaba de vez en cuando su vista. Todos atontados ante la llegada de la nueva alumna quien solo Ryu permanecía frío y sin exclamar interés.
La particular belleza de la jovencita no era para menos. Se presento ante ellos con una figura delicada y fina donde sus cabellos color dorados eran largos y acababan en simples ondulaciones hasta sus pequeños hombros. Sus ojos eran color avellanas y resaltaban un rostro puro y jovial. Con cierta postura tímida pero con magnitud firme estaba sentada en su pupitre ante la mirada de los ojos varoniles. Después de un lapso, Megumi y Ángel hicieron contacto visual que termino con un choque negativo de ambas partes. La muchacha siguió ignorándola mientras que Minami empezaba a prejuzgar que solo era una chica engreída a quién le gustaba llamar mucho la atención. Pero aún así su pollera seguía siendo más corta que la de su adversaria que con estilo clásico y poco provocativo capto mayor interés.
La clase siguió su rumbo permaneciendo el anhelo de algunos de compartir breves palabras con la pequeña belleza que se presentaba. Aunque para otro no le era muy grata su llegada. Tal vez seria el inicio de una pequeña competencia que se sentiría latente de ahora en más. ¿Y porque no ser así? No siempre tocan buenos días y más si en ellos te das cuanta de algunas verdades no asimiladas.

lunes, 2 de marzo de 2009

...Capitulo 1...


Legados de familia

-¡Estoy muerto! Creo que una lección más del profesor Tatsumi y sin duda seré un nuevo caso de homicidio.
-Kiu las cosas que dices-expresa Ryu con una mirada de aceptación ante el comentario.

Ya era tarde cuando los muchachos se disponían a regresar a casa después de una agotadora jornada de clases y preparándose para los duros exámenes del trimestre, no quedaba otra que aceptar las presiones de los profesores. Aun así, aprovecharon para dar un pequeño paseo que los liberara de tantos trabajos pendientes.

-Tengo mucha sed… ¿que tal si vamos a tomar algo?
-Kiu los exámenes son en estos días y más aun si son sorpresa. ¿Cómo piensas prepararte si ni siquiera has abierto ni un libro?
-Por favor te complicas demasiado…además dijeron que lo más probable es que sean orales…y no es por agrandarme pero soy bastante bueno en deducción.
-No me confiaría de que lo hicieran tan fácil…
-El espíritu de un detective no va solo con los libro, sino con su ¡poderosa pasión!
-Sí, pero entre pasiones no vas a llegar a ningún lado… sino sabes lo esencial. Y reprobaras.
-¿¡Si sabes como alegrar a la gente!?…-Fue ese momento que Ryu mira a su compañero y desata una ola de risas que hasta su propio amigo se siente un poco confundido por tal acción impropia. Siguieron su paso hasta el centro de la ciudad porque el otro día Megu le había recomendado a Kiu un sitio ideal que ofrecían deliciosos jugos, y como no estaba en sus planes volver temprano a casa para ponerse a estudiar opto por conocer el lugar.

Los rayos del sol de la tarde tocaban con sutileza el vasto horizonte, pequeñas aves sobrevolaban los cielos encaminado a sus hogares y citándose unos a otros con su peculiar cantar. Cualquier caminante que transitara la senda por el parque se deleitaba con la música más natural y los muchachos, en especial Ryu, se contentaban con ese agradable recibimiento. Más tarde, una vez que pudieron salir por el atajo del parque ya estaban caminando por la peatonal donde Kiu consigue identificar el local.

-Creo, por las indicaciones de Megu que debe de ser este…la verdad que se ve bastante agradable, ¿no es así?
-Claro… ¿He? Espera Kiu, mira el almacén de al lado.
-Parece que paso algo. Hay un móvil policial… ¡Lo mejor será ir allá!
-Vamos-responde con un sutil gesto de cabeza.

-¡NO! Es una injusticia. ¡Soy inocente! Juro que nose como desapareció. ¡Deben creerme, por favor! ¡POR FAVOR!- gritaba un joven mientras forcejeaba con un oficial de policía que lo llevaba detenido.
-¡Eres un maldito infeliz desde un primer momento nunca debí haberte contratado!-gritaba el dueño del almacén que estaba sobre su fachada -delincuente solo eso eres un ¡maldito delincuente! Quiero que me regreses cada centavo de ese dinero.
-Cálmese, cálmese. Todavía no sabemos si el fue el autor del delito. Hasta que no encontremos pruebas el tiene aun sus derechos. Así que le recomiendo que se tranquilice y deje que la policía investigue el lugar -discutía un sujeto joven con cabellera negra, ojos pardos, postura erguida y mirada firme, quien decía decirse el oficial a cargo del caso. Daba unos pasos hacia atrás para observar la zona, sin preverlo una mano toca su hombro derecho.

-Hola ¿Qué tal?... ¿Usted esta a cargo del caso?-pregunta Kiu mientras el sujeto voltea para enfrentar a quien lo llama.
-¿Quién quiere saberlo?
-Pues quisiéramos ayudar a la investigación. Sospecho que ese joven tal vez diga la verdad.
-¿Qué acaso lo conoces?, ¿puedes respaldar su coartada?, ¿viste algo extraño hace unas horas?
Kiu mira atentamente al oficial pero comienza a sonrojarse por lo que iba a decir -En realidad no, pero creo que él realmente dice la verdad.
-¿Qué? No puedo seguirme con corazonadas de chicos mocosos. Ese joven fue el único que estuvo en la escena y tuvo el dinero que luego misteriosamente desapareció en tan solo 25 minutos, suficiente como para tomarlo y haberlos ocultado dejando todo el suceso como un robo.
-¿El joven señaló que fue un robo o que en realidad había desaparecido?-Ryu
-¿Tampoco tienen bolsillos sus bermudas, cosa que si él fue quien lo robo y debía esconderlo o dárselo a alguien seguramente, en el lapso de ese tiempo, seria muy sospechoso, a estas horas del día, ver a alguien corriendo con dinero?-Kiu
-Y aun si hubiera usado una mochila o una bolsa para llevar el dinero, las cámaras de seguridad del Banco de la esquina deberían de tener registrada su salida y entrada en ese mismo lapso de tiempo, dado que su ángulo brinda una visión frontal del mismo local. ¿Acaso la revisaron?-Ryu
-Y seria ridículo pensar en robar el dinero siendo el único en la habitación puesto que se convertiría en el principal sospechoso. Entonces ¿para que defendería con tanto fervor su inocencia si con solo la prueba del video y los testimonios de los vecinos rápidamente lo enjuiciarían?
El oficial queda algo aturdido ante los comentarios. Tranquilizando sus nervios recientes decide observar atentamente a los jóvenes.
-Parece que la DDS los inicia a más temprana edad. Bien chicos, siendo un gran admirador de esa institución dejare que investiguen el lugar.
-¡Gracias Oficial!-Kiu
-Pero deberán de resolverlo dentro de tres horas que es el tiempo máximo que puedo tenerlo detenido en el móvil antes de llevarlo a comisaría… ¿Tienen alguna sospecha?
-¡Creemos que le han puesto una trampa!-los chicos al decir esto se miran frente a frente como la primera vez en que ambos habían acertado, al mismo tiempo, la pista de los zapatos en el caso de Jack el destripados. Una pequeña mueca de sonrisa se dibuja en el rostro de Kiu que empieza a recordar velozmente los buenos recuerdos vividos.
-Bueno, adelante chicos.
-Sí

Una vez que los jóvenes estaban por entrar al almacén el dueño choca, hombro con hombro, con Kiu.
-¡Ten más cuidado que esto no es una feria!- grito el hombre de apariencia obesa, cuyo rostro emanaba furia por sus oscuros ojos. De cabellera y barba blanca, con sudor en la frente y figura desalineada eran motivos para no interponerse con él.
-Perdón -ante el empujón dejo caer de las mangas un pequeño papel cortado en forma de triangulo que cae sobre la zapatilla de su amigo. Este la levanta y pretendiendo avisar al hombre sobre su perdida, Ryu se acerca y le recomienda primero revisarlo. Por un lado del papel no había nada pero por el otro existía una inscripción entre cortada.





-Creo que será mejor conservarla -dijo Ryu mientras Kiu intenta comprender la importancia del papel.

Una vez adentro del almacén pudieron observar que en realidad era una tintorería. La entrada principal de la habitación era bastante simple, solo habían cinco sillas estampadas sobre la gran ventana de vidrio que daba hacia la calle, dos masetas que estaban a los extremos de la habitación cuyas plantas eran artificiales dando un sentido de decoración tosco, el conducto de ventilación estaba algo oxidado y desquebrajado el tapiz de su alrededor transformando el verde manzana en un amarillo ocre. En el techo aun giraban las paletas del ventilador que acompañaban la luz titilante de los tubos de ensayo. Un pequeño televisor colgado en una de las esquinas en altura. Y enfrente del cuarto se encontraba el mostrador de madera de roble que a simple vista era de exquisita antigüedad al igual que la vieja caja registradora, acompañada por algunos marcos de fotografías también de cierta historia. Un poco más adelante, una puerta que comunicaba la lavandería y al extremo izquierdo otra que transitaba hacia la oficina del Sr. Kotaro. Los jóvenes al entrar fotografiaban con sus ojos cada detalle del sitio. Si bien era bastante vacío.

-Bueno chicos de la DDS esto fue lo que ocurrió-abre una pequeña libreta revisando lo anotado- Según lo que nos relato el dueño llamado Kotaro Nanami, el estuvo trabajando como de costumbre todo el mediodía hasta acabar su turno de las tres de la tarde, fue entonces que entro el joven Hiroto a la caja registradora para atender los encargos. Luego, según la declaración de Hiroto el fue al baño a eso de las 6:00 hs. y cuando volvió ve a su jefe contando el dinero de la caja registradora, este se dirige hacia la lavandería, donde solo habían pasado 25 minutos porque, según Kotaro, a esa hora vendrían a buscar un pedido. La tragedia se hace saber cuando Kotaro le hace entrega a su clienta de la prenda y al abrir la caja todo el dinero había desaparecido. Se desespera a tal punto que ambos comienzan a actuar en forma violenta.
-¿Cuánto dinero había en la caja?-Ryu
-Según su declaración 30.000 sumando el cambio.
-¡Vaya, es mucho dinero!-Kiu
Las pisadas del oficial se detenían frente al mostrador estirando su brazo derecho que caía desapaciblemente sobre la mesa-…Si, en realidad parte del gran botín pertenecía a su primo. El mismo había sacado el dinero esa mañana y le suplico al Sr. Kotaro que cuidara de ella por unas horas mientras iba en busca de su hija. Al parecer el dinero estaba en una bolsa de madera…
Ryu empieza a mirar con detenimiento la caja registradora y a susurra-¿Por qué alguien se arriesgaría a dejar tanto dinero en un lugar tan inseguro?
-¿Tienes alguna sospecha? -Kiu
-Creo que no debemos adelantarnos.
-Bien. Revisemos la oficina.

La habitación a la cual habían entrado, sin compañía del oficial quien decide interrogar a los vecinos, era de un caos total. Cajas con archivos, revistas, diarios viejos, facturas y recibos se mezclaban entre la poca visibilidad del suelo de parqué. CD, lapiceras, libros y chucherias eran tesoros entre tantos papeles inservibles. Solo se divisaba un escritorio y su silla envuelta entre una rustica campera color crema. La iluminación del cuarto estaba encargada de un simple foco colgando de su cable original y nuevamente un ducto de ventilación que imponía presencia ante los pobres hongos que florecían.

-No vamos a encontrar nada bueno aquí -Ryu
-Sí… ¡No! Espera. El papel. Capaz que si encontramos la otra parte, tal vez, nos guié en algo.
-Buena idea. ¿Ya lo notaste?
-¿Qué cosa?
-Kiu mira la ventana.
-¿Cuál ventana?
-¡Exacto! Si no hay ventana entonces Hiroto no pudo huir por detrás de la tintorería.
-¿Y la lavandería?...-reflexiona un momento- ¡No!, tampoco si estaba el Sr. Kotaro. Entonces, ¿Cómo desapareció?-entre cuestionamientos y preguntas buscaban con ansias el vendito papel que lograra darles alguna pista del porque tendría algo escondido entre sus mangas. Ya pasaba la hora, y los esfuerzos eran inútiles.

-Creo que deberíamos volver a la escena del crimen-decía Ryu quien se acercaba a la puerta. Kiu hacia lo mismo pero antes de cerrar totalmente la puerta notó algo extraño en la pared.
-¡Claro!
-¿He?
-Mira, acércate Ryu, ves la ventilación.
-¿¡Un buen lugar para esconder algo?!-fue en ese momento que Kiu sube rápidamente a la silla y sin pensarlo intenta arrancar la pequeña parrilla del ducto de ventilación. El asombro de los chicos fue mayor de lo que pensaron. Estirando su brazo consigue tomar los papeles que yacían allí. De un salto logra nivelarse con su compañero y revisar lo descubierto-¡son cuentas de deudas!
-Mira…es este -saca de su bolsillo el triangulo de papel con expectación -¿Vamos a ver?

-Hoy es 14 de noviembre-Ryu
-Piensas, ¿tal vez fue él quien robo el dinero para saldar sus pagos?
-Tengo sospechas. Era demasiado dinero pero aun así no explica como hizo para robarlo si estaba su empleado al mismo tiempo que vieron por última vez el dinero.
-Si, y tengo mi sospechas de que no fue un trabajo a dúo. ¡Ryu!, revisemos la lavandería.
-¡Claro!

Ya finalizaba la segunda hora y los muchachos solo estaban a minutos de poder esclarecer el caso. Cuando visitaron el cuarto de la lavandería nada parecía estar fuera de si. Solo una sorpresa los cautivo. No existía ninguna puerta o mínima ventana, por lo cual algunas pre-deducciones, como por ejemplo que el joven hubiera escapado por una puerta auxiliar escondiéndose de su jefe o que, el mismo Sr. Kotaro tomara el dinero a escondidas en mínimos instantes ya eran descartadas. Desalentados ante la revelación del cuarto se dirigen nuevamente a la habitación principal donde revisaron metro a metro cada rincón, en donde pudiera existir una puerta oculta o un doble fondo camuflado. Confusos deciden hablar sobre la situación mientras permanecen apoyados sobre el mostrador. Pero se acerca el dueño del local con su paso agresivo y mirada irritante.
-¡Otra vez ustedes! Si van a estar acá lo menos que pueden hacer es acostarse como vagos sobre ¡mi mostrador!
-Disculpe-Ryu
-¡Aha! Como si a la juventud le interesara. Pues le voy a decir algo esta madera que ven aquí tiene casi dos siglos de existencia al igual que la vendita caja registradora.
-¡Vaya que tiene un gran tesoro!-dice Kiu admirado.
-¡Así es joven! Ha pasado de generación en generación. Siempre mi familia fue dueña de esta humilde tintorería pero ahora con las nuevas tecnologías o como les dijo yo “nuevos bodrios” la competencia esta muy, muy dura.
-Es una lastima… ¿El negocio tiene poca rentabilidad?
-Pues si, es la realidad. Pretendo venderla y pagar algunas cosas…
-¿”Cosas” cómo cuales?
-¡“Cosas” que no les incumben!, es más ¿que hacen ustedes aquí? ¿Quiénes son?
-Nosotros somos sobrinos del oficial y estamos interesados en casos policiales y nos ha hecho un favor de estar presentes en uno –menciona Ryu con total naturalidad.
-¡Pues esto no es una feria! Y el jovenzuelo que ven allí –señala con su mano derecha el móvil policial que se distinguía desde la ventana- es un maldito criminal que tendrá que devolver cada centavo a mi pobre primo- agacha la cabeza, se tranquiliza y mira de reojo a los muchachos –¡¿Historias de familia?!…nunca voy a olvidar 1949 solo tenia tres años y ya mi abuelo me sentaba en una gran silla y me enseñaba como manejar la caja registradora…decía que era mágica…-interrumpido por su celular, sale como un fantasma de la habitación dejando su nostalgia esfumarse como ensueños.

Solo pasaron unos instantes y Ryu se percata de algo que lo sobresalta hacia la marcha de observar, más atentamente, por el lado interno del mostrador. Kiu presiente la misma idea y entre ambos revisan con seguimiento el mueble de madera sin encontrar pistas.
-¡Nada!…pero y si en realidad…-dice Kiu levantando su vista hacia la caja registradora. Solo tomo unos segundos observarla con detenimiento. Esta era totalmente de metal, cuya pintura ocre y amaronada parecía deshacerse, aun así sus palancas funcionaban perfectamente. Tenia una altura de 30 cm. incluida su base y un ancho de 35 cm., a simple vista la base, por donde se guardaba el dinero, era mucho más ancha que el resto de la maquinaria. Al abrir la caja solo se encontraba un cajón de metal vació y sucio de tierra y polvo.
-¿Que raro?-Ryu
-¿Qué?
-¿Por qué razón el cajón esta sucio siendo un elemento de uso cotidiano?... ¡Exacto! Ya descubrí el misterio del dinero.
-¡Que! En serio…no me digas Ryu…mmm a ver la clave esta en el polvo ¿He? Entonces… ¿Qué?, ¿Qué es esto?- en ese momento se agacha y mira atentamente algo que se asoma por debajo de la mesa- Un trozo de papel. Pero. Si es de madera. ¡Claro! ¡Ya se!- y antes de poder terminar su exclamación mientras se levantaba sobresaltado del suelo, se golpea fuertemente con el borde de la mesa.
-¡¿Kiu estas bien?!
Ante la pregunta el joven termina acostado sobre el suelo riéndose por su torpeza.
-Si estoy bien…ya es hora de desenmascarar este misterio.
-¡Si logras levantarte!- dice Ryu con una sutil sonrisa, mientras su amigo aun reía para ocultar el terrible dolor de cabeza que sufría por el golpe.

A media hora y todos reunidos en la habitación principal, en llamado de los jóvenes, estaban en presencia del dueño de la tintorería, el oficial, el empleado en custodia con dos policías, la testigo principal (cliente), un empleado de seguridad del banco, el recién llegado primo del Sr. Kotaro y dos testigos más de la cuadra.
-¿Qué es esta ridiculez?-gritaba alterado el Sr. Kotaro.
-Han sido llamados porque hemos descubierto el fraude del dinero desaparecido-Ryu
Quienes escucharon esto quedaron sorprendidos he intrigados por lo que dirían. Solo uno de ellos se irritaba cada vez más.
-¿Me estas queriendo decir que un par de mocosos descifraron el misterio?
-Sr. Kotaro nos presentamos, nosotros somos de la DDS.
-¿El instituto de Dan Morihico?-menciona impresionada la testigo principal.
-Así es, nos hemos presentado con el fin de ayudar a resolver el caso.
-¡Son TRES las pistas! La primera es el video de veinticinco minutos de la cámara de seguridad del Banco. La segunda fue el papel que cayo de la manga de Sr. Kotaro. La tercera es la caja registradora -Kiu
-¿Cómo esas cosas pueden estar asociadas? -pregunta intrigado el primo del Sr. Kotaro.
-Pues ya lo verán…Por favor, podría poner el video de seguridad, señor -observan las escenas detenidamente.
-Por favor, presten atención al reloj del video. Muestra desde el minuto en que el señor Hiroto vuelve del baño a eso de las seis pasadas y todo el lapso de tiempo hasta las seis y veinticinco -dice Ryu, mientras los presentes permanecen inmóviles viendo el video.
-¡Ven! Aha, se los dije. Yo nunca salí de la tienda.
-¡Cállate! Eso no prueba nada –Sr. Kotaro.
-¡Tranquilos! todavía no hemos terminado.
-¡Maldito gordo me las vas a pagar!-gritaba y se sacudía para liberarse de la custodia de los policías.
-¡Silencio!-grito el oficial que examinaba la situación.
-El video no solo demuestra que el Sr. Hiroto no solo no salio de la tienda por la puerta principal, sino que al revisar las demás habitaciones jamás salio del edificio–Ryu
-Bien caballero. Lo que tengo aquí…
-¡Disculpa!, nose si eres ciego pero también en esta habitación hay dos damas -menciono indignada la testigo principal. En ese momento, Kiu empieza a sonrojarse de la vergüenza que queda con una sonrisa nerviosa ante el comentario.
-Prosiguiendo, Kiu tiene papeles de deudas del Sr. Kotaro encontradas en el ducto de ventilación que…
-¡Y quien les dio permiso para revisar mis cosas! –grita y se acerca violentamente a los muchachos pero es intervenido por el oficial.
-¡O se tranquiliza o lo llevo a usted también a la comisaría!
-Al parecer el Sr. Kotaro debía de saldar una gran deuda de la inmobiliaria TDK. El papel que cayó de su manga fue la segunda pista que nos permitió ver con claridad el caso –mira a su alrededor y eleva rápidamente su brazo señalando- ¡Pues el autor de la desaparición del dinero no es nada más que el Sr. Kotaro! –todos los presentes voltearon para ver al caballero cuya mirada parecía poseída por el demonio.
-¡Malditos Mentirosos! –es atajado rápidamente por el oficial y un policía, quien se decidía brutalmente a encarar a quienes lo estaban enjuiciando. Las personas al escuchar y ver estas acciones se cuestionaron.
-¡¿No?! –susurra inquieta la testigo principal.
-¿Cómo? –pregunta consternado el primo.
-La clave esta en La Caja Registradora –Kiu se acerca del otro lado del mostrador- El mismo Sr. Kotaro menciono sus orígenes, de generación en generación, no seria una sorpresa si esta misma maquina conservara sus secretos.
-“Decía que era mágica”… ¿no fue lo que usted dijo? –Ryu.
-¡Solo dicen Patrañas!
-¡Sabe que no lo es!...Usted necesitaba desesperadamente el dinero, porque como lo muestra el documento solo le quedaban dos días para pagar la deuda y no viendo como obtener el dinero decide robárselo a su propio primo -Kiu
-¡Mentira!, ¡Mentira!, ¡Malditos Bastardos! –gritaba y forcejeaba con los policías.
-Usted aprovechando el favor que le haría a su primo de cuidar el dinero y no dudo en buscar una solución para tomarlo y culpar a otro, en este caso a su empleado. Mientras el Sr. Hiroto fue al baño aprovecho para contar la totalidad del dinero, tanto el cambio como lo que había en la bolsa, fue ahí que marco una clave de números en la caja registradora y cuando volvió se aseguro de que cerrara usted mismo la caja en presencia de él –Ryu
-¿Una clave? –dice la testigo principal.
-Una clave que permitía, una vez cerrada la caja, bajar, por un pequeño mecanismo simple de engranajes una segunda bandeja. Esta presionaría el dinero que quedaría en la bandeja original dando así un doble fondo. Pero hubo un error, algo que no se dio cuenta…
-¿Qué cosa? –interesado el oficial.
-¡El Polvo!... Fue Ryu quien me alerto del polvo de la caja y claro esta, un elemento de uso cotidiano no debería de estar sucia, pero sí la falsa bandeja que estuvo guardada por años.
-Por lo general, este truco era para proteger el dinero de asaltos de ladrones –Ryu
-Y una vez ocultado el dinero se quedo en la lavandería aguardando la hora en que viniera su clienta y así actuar como la victima del suceso. Más tarde, antes de que entráramos nosotros a la tintorería, se apresuro a ocultar los papeles ya que si la policía debía de hacer un allanamiento también quedaría como uno de los sospechosos del caso. Sin embargo, su reloj de muñeca le juega una mala pasada y sin darse cuenta se engancha y arranca el pedazo de papel que cae por el choque en la entrada.
-¡Bastardos! -susurra por debajo el Sr. Kotaro
-Entonces ¿el dinero? –pregunta uno de los testigos.
-Les mostraremos el brillante truco, ¡Kiu!
Se posa enfrente de la maquina –Para abrirlo debemos ingresar la clave…
-¿Y saben cual es? –oficial
-Una clave que fuera fácil de recordar. Y al ver al Sr. Kotaro como un sujeto nostálgico, es obvio que debía de ser algo del recuerdo. 1949, su año favorito –Su compañero comienza a marca la clave y al abrir nuevamente la bandeja todo el dinero reaparece.
-Pero ¿Por qué hiciste algo así… primo? Sabias que el dinero era para la operación de Amanda.
-¡Infeliz! –Agacha su cabeza y comienza a balbucear- Esa zorra que llamas por esposa me engaño casándose contigo…quede solo… destruyo poco a poco mi corazón. ¡Pero lo peor de todo fue que me estafo!... ¡Sí! esa zorra lo único que hizo fue llenarme de deudas, destruyo la tintorería de la familia y además ¡me despojo del derecho de mi hija insinuando que era tuya!
-¡Imposible!
-¿Por qué crees que quedo embarazada tan rápido?...a pesar de todo seguíamos siendo amantes antes de que llegaras de tus viajes de negocios…ella me abandono solo para estar contigo porque tenias seguridad económica… ¡es una maldita perra! –de repente colapsa en lagrimas y risas, mientras su primo era atajado por los testigos para que evitaran una pelea mayor. Lo que quedo en la habitación fue una escena penosa de un robo que termino revelando una oscura verdad de años.

-¡Gracias muchachos! Cada vez la DDS sigue impresionándome –dice el Oficial que los saluda formalmente.
-Se ve que ahora esta mucho mejor el joven Hiroto –Ryu
-Pero oficial, ¿Qué pasara con el Sr. Kotaro? ¿El derecho de su hija? –Kiu
-No se preocupen, se lo citara a él y la mujer para hacer un estudio de ADN y confirmar la paternidad de la niña. Pero en cuanto a sus deudas y los nuevos problemas domésticos que se han generado…mmm, tomara más tiempo. Bien jóvenes fue un gusto trabajar con ustedes. ¡Saluden al profesor Dan por mi!
-Sí –responden ambos chicos mientras siguen marcha a su hogar.

Las estrellas cantaban su presencia en la iniciada noche. Las luces de la ciudad jugueteaban por los rincones oscuros y sujetos apacibles rondaban desvelados por el cielo nocturno. En las muchas vueltas de las esquinas solo una logro cambiar el tema de una conversación penosa.
-Será posible que no pase un día tranquila sin encontrarme a los de la sección Q –con una sonrisa burlona se acercaba a saludar a los jóvenes. Ella era Yukihira que por las casualidades de la vida había salido de la tienda en el momento en que ellos pasaban por allí. - ¿Qué andan haciendo?...por lo visto no creo que estudiando…
-¡Bah!, pues nosotros venimos de… -interrumpido Kiu.
-¡Pues déjalo ahí!, lo que hagas no es de mi incumbencia…pero, como estoy de buenas hoy les diré…
Se acerca al oído de Ryu y susurra -¡No esta de buenas…corramos! – Ryu asiente con la cabeza siguiendo la ironía de su amigo. Se instala un pequeño silencio cuya mirada seria de la joven lo acompañaba.
-¡Todo un bromista!...pues bien ¿les interesa o no?
-Por favor, continua –responde con respeto Ryu, cuando la joven queda aferrada a sus hermosos ojos celestes; pero desvía la vista rápidamente.
-¡Bien!, los de la sección Q tendrán una sorpresa…
-¡Nos cambiaran a un curso más moderno! –dice con fervor Kiu.
-¡En tus sueños! –encara una sonrisa burlona- Van a tener un nuevo compañero…
-¡Enserio! –Kiu.
-¿Segura? –Ryu.
-Si, lo escuche por Shinno quien hablaba con el profesor Tatsumi… lo único que espero es que se diferencie de ustedes, aunque hoy en día dejan entrar a cualquiera.
-¿Qué Dices? –grita Kiu.
-¡Relájate! Bien me voy… ¡Hasta luego! –la joven sigue su paso dejando escuchar algunas risas socarronas en su camino.

-Vaya, un nuevo integrante al grupo, espero que sea como nosotros –emocionado mira hacia el cielo Kiu.
-Pero… ¿Por qué alguien entraría a mitad de año?
-¡Ni idea!, pero mañana será un día…-en ese momento tropieza con una baldosa sobresalida y cae bruscamente al suelo.
-¡Kiu! ¿Estas bien?
-…horrible, creo que no voy a llegar vivo a casa –ambos chicos se miraron y no duro mucho para que las risas llenaran el silencio del barrio. Allí, bajo el amanto negro que llamamos cielo el destino de la verdadera amistad haría presencia como fuente de luz que limpia el veneno que lo sofoca.

Prólogo

Aquí vamos

Nuevamente es otra extraordinaria mañana para Kiu ante el entusiasmo de despertar con una única idea que invade su mente: convertirse en el mejor detective del mundo, claro esta que no es un sueño ajeno al de sus amigos. Sin embargo, viejas fuerzas se presentaran con cartas malignas que se opondrán a su favor irrumpiendo su vida y la de los demás.

Un tenue ocaso insita a develar la verdad escondida de un espía que ha decidido por propia decisión seguir otro destino más amable y claro, para liberarse de la opresión de las sombras…pero cuanto tiempo más seguirá escondiendo su identidad de aquellos que han depositado su confianza en él.

El joven levanta su rostro con orgullo, acercándose hacia el reflejo del sol del mediodía y disfrutando de su calor, mientras repite mentalmente: ¡aquí vamos!

Secretos, mentiras, engaños, muertes y sucesos inexplicables se unen a esta nueva etapa. Nuevas figuras y dificultades encontradas deslumbran y decoran un panorama distinto del comenzado…los ojos de quienes están dispuestos a enfrentar y dejar todo por sus sueños se abre para poder mirar con convicción la luz de un nuevo amanecer.

-¿Kiu estas despierto o hablas otra vez dormido?-pregunta Ryu mientras acomoda las sabanas de su compañero que han caído de su cama hacia su cabeza, envolviéndolo de tal forma que a la vista de cualquiera lanzarían una sutil risa.
-Sí amigo
-Trata que las sabanas queden de tu lado de la cama. Para la próxima…
-Ryu… ¡Pareces un esquimal!-lanzando unas carcajadas por la situación.

Al final, quien sabe si lo que llamamos destino podrá ser algo autentico del cual no se pueda escapar o solamente, “cuentos chinos”.

domingo, 22 de febrero de 2009

... Tantei Gakuen Q ...

AVISO: El anime "Tantei Gakuen Q" es una creación registrada por Fujimiya Sato y Seimaru Amago creadores originales de la saga. Este blog ha hecho uso del mismo para promocionar una continuación según la visión del autor La Genla Victoriana, pero manteniendo la linea de la historia -es decir los parámetros originales- y agregando nuevos detalles a gusto de la vision del autor.


Atten. La Genla Victoriana



¡¡ BiEnvenidOs !!
En este Blog te damos una nueva ampliación de tú serie favorita Detective school Q -Tantei Gakuen Q-que se pondrá a prueba mediante 3 capitulos de los cuales te ofrecemos.

Sin embargo es necesario que votes por el agrado de este nuevo proyecto y de su continuidad de historia.

Esperamos que disfruten y se diviertan de tan maravillosa historia que se ha apoderado de los corazones de muchos desde su inicio.

Historia, fotos, foros, club, imagenes, videos han sido diriguidos con el fin de entretener y dar paso a una nueva linea en este cautivador manga.

Bsos...La Genla Victoriana